viernes, 4 de mayo de 2018

Se llama Pablo,

Mi hermano es todo lo que está mal
usa ropa rotosa
anda en una bici destartalada
y no tiene un trabajo formal.
Cada tanto le roban las pocas cosas que tiene
y consigue otra bici más destartalada que la anterior.
Hace poco lo paró la policía
y le robó la billetera.
No tenía plata en la billetera
-me dice-
tenía entradas de attaque,
una pua que me tiró una vez un bajista
y la foto de Dulce.
Me regocijo pensando en la cara del policía
cuando abrió la billetera y vio esas cosas.
Él piensa que somos parecidos,
pero yo no creo ni acercarme.
No es que me haga la humilde,
pero él tiene una vivencia de la injusticia
y no necesita nada de lo teórico
la vivió
la vive en la calle,
yo tuve más suerte.
Mi hermano no se calla,
le han partido varios palos en la cabeza
pero no se calla.
Cabeza dura, le dicen
pero grita lo que le parece injusto
en la cara de quien sea.
Es todo lo que está mal en este contexto
porque su vida
no vale nada para el bando de los malos
se lo pueden llevar como si nunca hubiera existido.
La persona que amo puede desaparecer.
Se llama Pablo, pero tiene infinidad de nombres.
Y él, que podría ser Santiago
también se pregunta dónde está.


Verónica Peñaloza