jueves, 11 de diciembre de 2014

El Tiempo

El tiempo lo conserva todo, pero todo se vuelve descolorido, como en las fotografías antiguas, fijadas en placas metálicas. La luz y el paso del tiempo desgastan los detalles precisos que caracterizan los rostros fotografiados. Hay que mirar la imagen desde distintos ángulos y buscar la luz apropiada para reconocer el rostro de la persona cuyos rasgos han quedado fijados en el espejo ciego de la placa. De la misma manera se desvanecen en el tiempo todos los recuerdos humanos.

Sandor Marai

sábado, 29 de noviembre de 2014

A mi amor te lo vas a encontrar en todos lados.
En el color azul medianoche.
En las segundas oportunidades dadas.
En el chocolate blanco y la menta granizada si acaso
ves pedir a alguien esos gustos
en la heladería de la esquina de Pueyrredón y Anchorena.

En la canción I´ll be your mirror.
En un estacionamiento vacío.
Y cuando cortes menta para prepararte un trago.
En los cuzcos paticortos que te cruces por la calle
en los perros medianos y grandes también
te lo vas a encontrar especialmente en los mestizos.

Cuando quieras agarrar con todas tus fuerzas una tarde
especialmente feliz para que no se te vuele
con el viento que se levanta en la noche
moviendo todas las cosas en un mismo sentido.

En la terraza rectangular de tu casa
abajo de la media sombra
en los broches de la ropa tirados
sobre la mesa de listones de madera
y en la fruta amarilla colgada
que nunca supimos si era un limón o un pomelo.

En el sector de luces bajas de una fiesta
cuando alguien te invite una cerveza
mirando tu camisa de vaquera
y no te diga lo que yo te dije
después de haber hecho todo eso.

Lo vas a encontrar sostenido
como un árbol plantado hace dos siglos
con raíces que rompen las baldosas
y crecen para todas partes.

En un repertorio de palabras
que aludan a los minerales.
En el ascensor jaula de un edificio antiguo.
En la gota lenta que baja como suero
y golpea la base de la jarra de café.

En el ruido que hacen dos océanos rotos.
En las sábanas tendidas de colores suaves.
En las luces que se prenden mientras va oscureciendo.
Cuando creas que es cuestión de confianza y de lujuria.
Cuando intentes cortar lentamente
las verduras para preparar una comida.
Silvina Giaganti

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Catálogo

Catálogo de errores

Con una pena sin armas.
Así van
los que no pudieron agitar su bandera,
los que no conocen más cielo que el fondo del mar,
los que ganaron un fantasma,
los que se untaron de miedos.
Así voy yo,
sin abrigo, sin agua, sin zapatos,
a contramano de la paz,
del amor,
del éxito, del talento y de la fuerza.
Así vamos todos,
subidos al único carro que tiene ruedas perfectas,
colgados del único viento que puede seguir y seguir
hasta volver a empezar.
Vamos para volver aunque no tengamos regreso.
Vamos con la firme resistencia
que fracasa en cada sílaba.
Vamos con un trébol de cinco hojas,
con una noche de párpados sedientos,
con una mañana de sueños no paridos.
Con un pez arrodillado
que suplica otra laguna.

Sebastián Olaso

sábado, 1 de noviembre de 2014

Por no estar

Por no estar distraídos
        Había la levísima embriaguez de andar juntos, esa alegría, como cuando se siente la garganta un poco seca y se ve que por admiración se estaba con la boca abierta. Respiraban de antemano el aire que estaba delante y tener esa sed era su propia agua. Andaban por calles y calles hablando y riendo, hablaban y reían para dar materia y peso a la levísima embriaguez que era la alegría de su sed. A causa de los coches y de la gente, a veces se tocaban, y a ese contacto -la sed es la gracia, pero las aguas son de una belleza oscura-, y a ese contacto brillaba el brillo de su agua, la boca un poco más seca de admiración. ¡Cómo admiraban estar juntos!
        Hasta que todo se transformó en no. Todo se tranformó en no cuando ellos quisieron esa misma alegría suya. Entonces la gran danza de los errores. El ceremonial de las palabras poco acertadas. Él buscaba y no veía, ella no veía que él no había visto, ella que estaba allí, sin embargo. Sin embargo él, que estaba allí. Todo fue un error, y había la gran polvareda de las calles, y cuanto más se equivocaban, más querían con aspereza, sin una sonrisa. Todo sólo porque habían prestado atención, sólo porque no estaban lo bastante distraídos. Sólo porque, de repente, exigentes y duros, quisieron tener lo que ya tenían. Todo porque habían querido darle un nombre; porque quisieron ser, ellos que eran. Aprendieron entonces que, si no se está distraído, el teléfono no suena, y que es necesario salir de casa para que la carta llegue, y que cuando el teléfono finalmente suena, el desierto de la espera ya ha cortado los hilos. Todo, todo por no estar distraídos.
Clarice Lispector

viernes, 24 de octubre de 2014

Después

Después

Es otra
acaso es otra
la que va recobrando
su pelo su vestido su manera
la que ahora retoma
su vertical
su peso
y después de sesiones lujuriosas y tiernas
se sale por la puerta entera y pura
y no busca saber
no necesita
y no quiere saber
nada de nadie

Idea Vilariño

sábado, 20 de septiembre de 2014

Librar al Corazón

La Belleza

Enemigo de la guerra
y su reverso la medalla
no propuse otra batalla
que librar al corazón
de ponerse cuerpo a tierra
bajo el peso de una historia
que iba a alzar hasta la gloria
el poder de la razón
y ahora que ya no hay trincheras
el combate es la escalera
y el que trepe a lo más alto
pondrá a salvo su cabeza
Aunque se hunda en el asfalto
la belleza...

Míralos como reptiles
al acecho de la presa
negociando en cada mesa
maquillajes de ocasión
siguen todos los raíles
que conduzcan a la cumbre
locos porque nos deslumbre
su parásita ambición
Antes iban de profetas
y ahora el éxito es su meta
mercaderes, traficantes.
más que náuseas dan tristeza
no rozaron ni un instante
la belleza...

Y me hablaron de futuros
fraternales, solidarios
donde todo lo falsario
acabaría en el pilón
y ahora que se cae el muro
ya no somos tan iguales
tanto vendes tanto vales
¡viva la revolución!
Reivindico el espejismo
de intentar ser uno mismo
ese viaje hacia la nada
que consiste en la certeza
de encontrar en tu mirada
la belleza...

Luis Eduardo Aute
(Letra y música)

lunes, 1 de septiembre de 2014

Tangible o Intangible Amor

Amo:
El lomo de mi perra que acaricia mi mano
La llave abriendo la cerradura de mi casa
La espuma de la cerveza en la comisura de mis labios
El agua del río cuando llega hasta mi cintura
Tu mirada buscando mis ojos
El césped mullido que sostiene a mi espalda
Mis pies contra la arena mojada del mar
La voz de mi madre cuando me llama



y también:
Una foto de tu sonrisa, allá lejos y hace algún tiempo
La canción que suena y me trae... casi todo
La pintura, el pintor y el arte
Una caminata por ese barrio, por el otro y por el de hoy
El aroma que sale de un libro cuando lo abro
El aire en la cara cuando ando en bicicleta
El olor a eucaliptus en las caminatas
La oscuridad del cine y la película comenzando

(seguro agregaré más)

Diana V.






martes, 26 de agosto de 2014

100 horas, 100 días, 100 años

Tu más  Profunda Piel


    Cada memoria enamorada guarda sus magdalenas y la mía -sábelo, allí donde estés- es el perfume del tabaco rubio que me devuelve a tu espigada noche, a la ráfaga de tu más profunda piel. No el tabaco que se aspira, el humo que tapiza las gargantas, sino esa vaga equívoca fragancia que deja la pipa, en los dedos y que en algún momento, en algún gesto inadvertido, asciende con su látigo de delicia para encabritar tu recuerdo, la sombra de tu espalda contra el blanco velamen de las sábanas.

    No me mires desde la ausencia con esa gravedad un poco infantil que hacia de tu rostro una máscara de joven faraón nubio. Creo que siempre estuvo entendido que sólo nos daríamos el placer y las fiestas livianas del alcohol y las calles vacías de la medianoche. De ti tengo más que eso, pero en el recuerdo me vuelves desnuda y volcada, nuestro planeta más preciso fue esa cama donde lentas, imperiosas geografías iban naciendo de nuestros viajes, de tanto desembarco amable o resistido de embajadas con cestos de frutas o agazapados flecheros, y cada pozo, cada río, cada colina y cada llano los hallamos en noches extenuantes, entre oscuros parlamentos de aliados o enemigos. ¡Oh viajera de ti misma, máquina de olvido! Y entonces me paso la mano por la cara con un gesto distraído y el perfume del tabaco en mis dedos te trae otra vez para arrancarme a este presente acostumbrado, te proyecta antílope en la pantalla de ese lecho donde vivimos las interminables rutas de un efímero encuentro.

    Yo aprendía contigo lenguajes paralelos: el de esa geometría de tu cuerpo que me llenaba la boca y las manos de teoremas temblorosos, el de tu hablar diferente, tu lengua insular que tantas veces me confundía. Con el perfume del tabaco vuelve ahora un recuerdo preciso que lo abarca todo en un instante que es como un vórtice, sé que dijiste " Me da pena, y yo no comprendí porque nada creía que pudiera apenarte en esa maraña de caricias que nos volvía ovillo blanco y negro, lenta danza en que el uno pesaba sobre el otro para luego dejarse invadir por la presión liviana de unos muslos, de unos brazos, rotando blandamente y desligándose hasta otra vez ovillarse y repetir las caída desde lo alto o lo hondo, jinete o potro arquero o gacela, hipogrifos afrontados, delfines en mitad del salto. Entonces aprendí que la pena en tu boca era otro nombre del pudor y la vergüenza, y que no te decidías a mi nueva sed que ya tanto habías saciado, que me rechazabas suplicando con esa manera de esconder los ojos, de apoyar el mentón en la garganta para no dejarme en la boca más que el negro nido de tu pelo.
......
......
  En esta vaga vainilla de tabaco que hoy me mancha los dedos se despierta la noche en que tuviste tu primera, tu última pena. Cierro los ojos y aspiro en el pasado ese perfume de tu carne más secreta, quisiera no abrirlos a este ahora donde leo y fumo y todavía creo estar viviendo.


Julio. (quién más)

martes, 29 de julio de 2014

He aquí lo que sucede

He aquí lo que sucede:
es el once de octubre en la mañana,
1951, en México.
Frío y sol, pero frío
en viento, agudo, alegre. Frío
por todas partes.
En un tercer piso de la calle Cuba
vivimos varias gentes
de las que el más importante, ahora, soy yo.
Yo soy.
Yo estoy tirado en mi cama
y yo escribo esto.
Yo escucho en el piano del radio
un anuncio de Beethoven.
Yo tomo un café y escucho
también motocicletas y camiones
y martillos y gentes.
Yo estoy alegre.
Supe, hace rato, que estaba alegre
porque me puse a cantar
y a decirle al locutor que era un tonto
y a la vida que era estupenda.
Me alegraron unos cieguitos del piso de abajo
que tenían una guitarra y cantaban.
Me alegró una morena preñada que barría y cantaba.
Me alegró doña Lucita asoleándose.
Me alegraron los que andaban en la calle
temblando de frío, y me alegró una muchacha
en un balcón de enfrente coqueteando y temblando.
Yo pienso muchas cosas y recuerdo y asocio.
El frío me ha hecho místico y alegre.
Quizás el sol en el frío.
Quiero hablar del frío:
El frío es bueno para tomar café,
para acostarse,
para hacer el amor,
para que nos digan "tienes las manos frías",
para fumar y para no salir del cuarto.
Para todo lo demás es malo el frío.
Yo estoy alegre y soy bueno
y me perdono y los perdono a ustedes,
y me río de ser tan padre ahora.
Yo saldría a la calle a abrazar a todos
si no hiciera tanto frío.
Les diría: "Hijos míos, padres míos,
no sean tontos, no vayan a ninguna parte,
no se preocupen. Hace frío.
¿Qué tienen ustedes sino este frío?

¡Salud por los que están tomando el sol o una copa
para calentarse!
¡Por los alegres y los que quieren estar alegres!
¡Yo saludo a los becerros prendidos de las ubres,
a los pájaros que no salen del nido,
a las mujeres que se están entregando,
a los sabios, a los combatientes del frío!
Yo no quiero ofrecerles un poema,
yo quiero darles un vaso de leche caliente

 a cada uno.

Jaime Sabines 

miércoles, 25 de junio de 2014

Cada Tren

Cada viaje, cada tren 
vá con el cielo que viaja en las vías
y el cielo en una nube que vá al infinito.

El infinito lleva un sueño
y el sueño lleva calles.
Una calle vive por acá
y a la otra la atraviesa  una esquina de allá.

Cada vez es la primera vez
........................................
y no es la última?

Como cuando estuve en tu almohada
pero no en tus sueños,
como estoy en éstas ropas
pero no en tu memoria.

Estoy desnuda
sin estar desvestida.

Ya ves, el sueño no llega
la nube se fue al infinito
la atravesó la calle, el viaje, el tren y tu piel.

Diana V.




miércoles, 18 de junio de 2014

Diferentes

Estamos formados por jirones de múltiples colores, unidos entre sí de una manera tan libre,
 tan floja, que cada uno ondea a cada instante a su voluntad.
Y son tantas las diferencias que hay entre nosotros y nosotros mismos
 como las que hay entre nosotros y los otros.

Michel De Montaigne
Essais -  Segundo libro



domingo, 15 de junio de 2014

Identificaciones

"...Pienso que la vida es paradójica, vamos hacia adelante porque llevamos en el cuerpo un rastro continuo de lo que dejamos atrás.
Somos y, al mismo tiempo, ya no somos los que éramos en los momentos que recordamos.
Sin pasado, no hay presente. Y cada instante es un recorte imperfecto de tiempo y azar.

...Hay un momento en toda mudanza, entre las cosas perdidas y recuperadas,
las cajas a medio llenar, los muebles vacíos y el eco que comienza a aparecer en las habitaciones,
en el que nos tropezamos con un estado de revelación.
En ese vacío caótico parece obvio que cada cosa podría ocupar un lugar diferente,
que nosotros mismos podríamos estar en otra parte y que no hay nada tan importante como poder sentarnos frente a quién queremos a comer pizza en caja.
Lo demás son objetos, colecciones, anclas.
Como en una película mal editada, una secuencia de imágenes se imprime en los ambientes.
Aparece todo lo que vivimos, lo que cambiamos, lo que aprendimos a ser.
Aparecemos transitando el tiempo en el lugar que dejamos.
Y poder cerrar la puerta, entregar las llaves y mirar hacia adelante, nos hace más fuertes.
Porque no hay nada tan fácil como vivir anhelando hacia atrás."

Jimena Repetto
Diario de Yoko

miércoles, 11 de junio de 2014

jueves, 5 de junio de 2014

Resucito

Transformo...
Recreo...
Revivo...
el objeto arrojado en un rincón
en un contenedor
en el olvido

para devolverle vida, el alma, el ánima.

Restaurar es resucitar
para la recreación, para la diversión
el descanso o la admiración

Y a quién recrea un objeto
el alma se le cura
se le cierran las heridas
se le llena el pecho

Y en las manos
le crecen Flores

Diana V.

martes, 3 de junio de 2014

Como la primera vez

"...Como el ojo de una cerradura, sus pinturas nos dejan conmovidos
como si fuera la primera vez que viéramos un árbol o la luna;
espiando lo que no podemos ver, pasando a otra dimensión: la de la inmensidad en un cuadro pequeño
que abarcamos con la palma de la mano y nos recuerda que el mundo nunca se repite, sólo se expande, nace y muere, una y otra vez."

Carolina Marcucci, sobre las pinturas de Alejandra Fenochio


martes, 27 de mayo de 2014

Ni de aquí, ni de allá


Me gusta el sol, Alicia y las palomas
el buen cigarro y la guitarra española
saltar paredes y abrir las ventanas
y cuando llora una mujer.

No soy de aquí ni soy de allá
no tengo edad ni porvenir
y ser Feliz es mi color de identidad.

Me gusta el vino tanto como las flores
y los conejos y los viejos pastores
el pan casero y la voz de Dolores
y el mar mojándome los pies.

No soy de aquí ni soy de allá
no tengo edad ni porvenir
y ser Feliz es mi color de identidad.

Me gusta estar tirada siempre en la arena
o en bicicleta perseguir a Manuela
o todo el tiempo para ver las estrellas
con la María en el trigal.

Facundo Cabral


sábado, 24 de mayo de 2014

La Utopìa

La Utopìa està en el horizonte
Me acerco dos pasos y ella se aleja dos pasos
Camino diez pasos y el horizonte se desplaza diez pasos màs allà.
A pesar de que camine no la alcanzarè nunca.
¿Para que sirve la Utopìa?. Pues sirve justamente para eso:  para Caminar.

Eduardo Galeano

lunes, 19 de mayo de 2014

Algún día

Y que bueno hubiera sido encontrarnos algún día para  entregarnos cuentas de lo andado
para mirarnos a los ojos por lo menos una vez más en la vida y arrancarnos - ¿quien sabe? - las flores que entretanto nos hubieran crecido para el otro en el propio corazón.

Mario Payeras

miércoles, 14 de mayo de 2014

Viene sin buscarlo

El poema que viene
 sin buscarlo
vá tan lejos como
 puede
el poema que salta
de la ranura instantánea
a la palabra
sólo persiste
si hay un rostro
si una luz semejante
cobija la voz
no importa dónde

Entonces cruza el frío
la noche
cruza el desierto
avanza
besa silente
la raíz oculta
y allí
construye para siempre
su morada.

Hugo Gola

lunes, 5 de mayo de 2014

Atención Plena

La atención plena no consiste en vaciar la mente de pensamientos.
El cerebro producirá siempre pensamientos: ésa es su actividad.
La atención plena nos permite desarrollar una relación más armoniosa con nuestros pensamientos y sentimientos a través de una comprensión profunda de como funciona la mente.
Tal vez parezca como si tuviéramos menos pensamientos, porque no luchamos contra ellos.
A veces descubres que tu mente vaga incesantemente, ésa es la naturaleza de la mente,
como también lo es hacerse finalmente consciente de su vagabundeo.
Irónicamente, en el momento mismo en el que te desesperas porque no estás atento,
es cuando te vuelves atento.
La atención plena no es un modo de escapar del dolor.
Ésta es la idea más difícil de aceptar porque raramente hacemos algo, sin el deseo de sentirnos mejor.
El dolor es como un toro furioso: cuando está confinado en una caseta estrecha , se comportará de un modo salvaje y tratará de escapar, en cambio cuando se halle en campo abierto, se calmará.
La atención plena es saber lo que estás experimentando mientras lo experimentas,
es conciencia momento a momento.
Hay libertad en la atención plena porque prestar atención a la corriente de nuestras percepciones, y no a nuestra interpretación de ellas, hace que cada momento sea fresco y vivo.

Christopher K. Germer

domingo, 20 de abril de 2014

El Giro

Solo voy a dar vuelta en la esquina
Solo una baldosa diferente a las otras
Solo el deseo de lo que viene a sorprenderme.

Un sabor que me invita
Un  lugar que resguarda
Una luna, una inconciencia
Un olvido.

Diana V.










                                                       

domingo, 13 de abril de 2014

Pasa, entra

Me dí cuenta de que me habitan muchas mujeres
no sé con cuál salgo hoy a la calle
Creo, con la primera
que toque a mi puerta.

Diana V.

viernes, 11 de abril de 2014

Me Rindo

Me rindo a lo que siento.
Me rindo al amor.
Me rindo al insomnio, al sueño, a lo soñado.
Me rindo a la tristeza, a que me circule hasta que se desvanezca.
Me rindo a la sin razón, porque racionalmente no llegué más lejos que si lo hubiera hecho con el corazón.
Me rindo y no es abandonar, es aceptar, es soltar y también tomar.
Me rindo a los caminos hechos sin cuestionarlos, porque me han dado respuestas para seguir.
Me rindo al hoy, al día pleno, a lo que me trae y se lleva, a la noche quieta que callada viene y algo me deja.
Me rindo al Sí de la existencia,
y al rendirme me siento otra, que soy yo pero más des-armada.

Diana V.

















jueves, 10 de abril de 2014

miércoles, 9 de abril de 2014

Lo que hay es lo que ves

No digo que yo tenga mucho, pero aún tengo
la búsqueda intensa y una esperanza violenta.
C. L.

Camino interior

Temores, suspiros, quebrantos
que traen el llanto
Deseos
esa extraña fuerza que me provoca.

Palabras
que se lleva el viento y son de mi boca
Pensamientos malos que me envenenan
yo quiero librarme de esta condena.

Y encender esa luz
que llevamos dentro

Destellos, conectan lo puro
que llevo dentro

Sonrisas
calor y dulzura para mis adentros
Miradas, que rozan la punta del entendimiento
pensamientos puros que me liberan
llenos de bondad y buenos sentimientos.

Y encender esa luz que llevamos dentro.

de lamari de Chambao.
"“la música es la sensación más cercana al sentimiento, al amor, a la libertad, es muy difícil definir con palabras, con etiquetas, y el ser humano tiende a etiquetar a todo lo que la mente no llega”.

martes, 8 de abril de 2014

Umbrales

Mis piernas largas
mis piernas interminables
corren, me llevan
atravesamos umbrales
diferentes puertas
otros colores
aromas nuevos.

Y yo me dejo llevar.

Celeste el aire
roja tu camisa
verde en tus ojos.

Es verde tu mirar

Y mis piernas no se detienen.
Saberse dócil y entregarse, es la primera libertad.

Diana V.





domingo, 6 de abril de 2014

La lentitud

El grado de lentitud es directamente proporcional
a la intensidad de la memoria
el grado de velocidad es directamente proporcional
a la intensidad del olvido.
Milan Kundera

martes, 1 de abril de 2014

El Otoño Danza

Siempre me ha parecido espectacular la caída de una hoja
Ahora sin embargo, me doy cuenta que ninguna hoja "se cae"
sino que llegado el escenario del otoño, inicia la danza maravillosa de soltarse.
Cada hoja que se suelta es una invitación a nuestra predisposición
al desprendimiento.
Las hojas no caen, se desprenden en un gesto supremo de generosidad
y profunda sabiduría.

José María Toro

lunes, 31 de marzo de 2014

Sólo Hoy

"Cuando tenía cuatro años mi madre solía traerme una galleta al volver del mercado.
Me iba al patio de delante y me la comía muy despacio, a veces tardaba media hora
o cuarenta y cinco minutos en comerme la galleta.
Tomaba un pedacito y miraba al cielo. Tocaba el perro con un pie y tomaba otro pedacito.
Disfrutaba de estar ahí, con el cielo, la tierra, los matorrales de bambú,
el gato, el perro, las flores. Podía hacerlo porque no tenía muchas preocupaciones,
no pensaba en el futuro, no añoraba el pasado.
Vivía plenamente en el momento presente, con mi galleta, mi perro, los matorrales de bambú,
 el gato y todas esas cosas"

Thich Nhat Hanh
Monje Budista -
Vietnam

viernes, 28 de marzo de 2014

Incluirte

Transcripción del blog de Effy, que se fue ayer de éste planeta a otro, donde es "ella" y "como quiere serlo".
Elizabet Mia Chorubzyck

Las Faltas
A veces me gusta estar desarmada,
que jueguen conmigo, que me descubran
y que entiendan que aún armada no estoy entera
y que a veces, sólo a veces
estar incompleta puede ser bueno.



Estados Transitorios
Si uno se lo pone a pensar detenidamente, nosotros somos un poquito como las calles,
!Nos cruzamos con tantas otras! Incluso las calles que en un principio parecen ser paralelas
y sin ningún otra calle que las cruce, en algún momento se llegan a cruzar y una cede el paso a la otra
cambia o muere en el encuentro.
Es que sí, así somos, como las calles: Nacemos y morimos, cambiamos de nombres, de sentidos, de números, de anchos, inclusive de paisajes. Tenemos subidas y bajadas, partes ásperas, partes suaves, partes rotas y algunas partes más transitadas que otras.
Luego, como una luz roja que nos detiene, uno se pregunta: ¿puedo ser una calle en medio de Buenos Aires y no cruzarme con ninguna otra?. ¿No nacer, ni morir, ni mutar?
¿Simplemente ser una calle y nada más?
Me lo imaginé...¡que ilusa! por un momento lo creí posible. Supongo que estoy a la altura de hacerme diagonal.

              

martes, 25 de marzo de 2014

Deseos


Pensó que el deseo sostenido se materializaría en la realidad.
Cuando no lo consiguió con la urgencia que precisaban sus ansias
cambió el rumbo de su brújula y fijó un nuevo norte al que dirigirse.
Cuentan por ahí que llegó a tener más de diez mil aspiraciones inconclusas
y que nunca perdió el ánimo.

Isabel Martinez Barquero
Blog: El cobijo de una desalmada

domingo, 23 de marzo de 2014

Morirse

Ocurre que
unos se mueren de risa
otros se mueren de ganas
otros se mueren de frío
otros se mueren de rabia
otros se mueren de hambre
otros se mueren de sueño
otros se mueren de susto
marías se mueren de umbrales
bares se mueren de grilles
tantos se mueren de solos
suicidas se mueren del mundo
otros se mueren de andamio
"un árbol se muere de pie"
un jefe se muere acostado
solteras se mueren de pueblo
Rilke se muere de flor
Emily se muere de triste
trenes se mueren de horario
tranvías se mueren de olvido
un loco se muere de suelto
amores se mueren de dudas
zapatos se mueren de calle
mateos se mueren de asfalto
muy uno se muere de Che
otros se mueren de estatua
algunos se mueren de lluvia
otros se mueren de noche
otros se mueren de viento
otros se mueren de luna
la luna se muere de Apolos
un camello se muere de sol
un tílburi se muere de nieve
una esquina se muere de tango
un pájaro se muere de jaula
Fierro se muere de ausencias
almidones se mueren de tías
un soldado se muere de bala
USA se muere de Cuba
lagartos se mueren de verde
otros se mueren de azul
Van Gogh de amarillo
Alfonsina de sal
algunos de amor
otros de miedo
otros se mueren.

Morirse, es de Lucina Alvarez - Poeta Porteña desaparecida en 1976




viernes, 21 de marzo de 2014

Comuniòn


El perro me pregunta
y no respondo.
Salta, corre en el campo y me pregunta
sin hablar
y sus ojos
son dos preguntas húmedas, dos llamas
líquidas que interrogan
y no respondo,
no respondo porque
no sé, no puedo nada.
A campo pleno vamos
mujer y perro.
El perro se detiene
persigue las abejas,
salta el agua intranquila,
escucha lejanísimos
ladridos
orina en una piedra
y me trae la punta de su hocico,
a mí, como un regalo.
Es su frescura tierna,
la comunicación de su ternura,
y allí me preguntó,
con sus dos ojos,
por qué es de día, por qué vendrá la noche,
por qué la primavera
no trajo en su canasta
nada
para perros errantes,
sino flores inútiles,
flores,flores y flores.
Y así pregunta
el perro
y no respondo.
Vamos
mujer y perro reunidos
por la mañana verde,
por la incitante soledad vacía
en que sólo nosotros
existimos,
esta unidad de perro con rocío
y el poeta del bosque,
porque no existe el pájaro escondido
ni la secreta flor,
sino trino y aroma
para dos compañeros:
un mundo humedecido
por las destilaciones de la noche,
un túnel verde y luego
una pradera,
una ráfaga de aire anaranjado,
el susurro de las raíces,
la vida caminando,
respirando, creciendo
y la antigua amistad,
la dicha
de ser perro y ser mujer
convertida
en un solo animal
que camina moviendo
seis patas
y una cola
con rocío.
Pablo Neruda
Oda al Perro

martes, 18 de marzo de 2014

Tierra adentro



No conviene esperar, cada cosa a su tiempo...
El tiempo corre hacia el mar, yo voy tierra adentro.
A. P

sábado, 15 de marzo de 2014

Sobre el Tiempo

" No digas que es demasiado tarde para algo, ¿cómo puedes saber
si no te quedan treinta años más y empezar una nueva vida? No digas
que es demasiado pronto para algo, ¿cómo puedes saber si dentro de un mes ya no estarás
y otros aún podrán sacar vida de entre tus últimos escombros?"
Elías Canetti



Lay your body down



                                                                       next to mine.

There`s a still in the street outside your windows
youre keepings secrets on your pillow.
 B. F




jueves, 6 de marzo de 2014

Soul Mates

No sé porqué me eres tan familiar
o porque se siente menos que estoy conociéndote y más como si estuviera recordando quién eres.
Cómo cada sonrisa, cada susurro me lleva a la imposible conclusión de que te he conocido antes
te he amado antes en otro tiempo, un lugar diferente- en alguna otra existencia.
Lang Leav

miércoles, 26 de febrero de 2014

Amargo por miel

"El sueño de un sol y de un mar
y una vida peligrosa, cambiando lo amargo por miel
y la gris ciudad por rosas." 

Charly García




martes, 25 de febrero de 2014

Julie Maroh dixit




"El amor es algo demasiado abstracto e indefinido. Depende de lo que nosotros percibimos y vivimos. No existiría si no existiéramos. Y somos muy volubles. Así que el amor también puede serlo. El amor se consume, nos desfallece, se rompe, nos rompe, se revive. El amor no puede ser eterno, pero nos hace eternos."

Julie Maroh 
Autora del comic The blue is warmest color






domingo, 23 de febrero de 2014

Letra sin música


                                                      Se empecina el frío en la ciudad
                                                      la noche le pasa el trapo al sol
                                                      y hace cuatro copas que sabés
                                                      que ya no vá a volver
                                                      y estás brindando sola
                                                      en la mesa de siempre
                                                      y los mozos se apiadan de vos
                                                      que hace tanto tiempo que corrés
                                                      que te olvidás
                                                      de lo que estabas escapando

                                                      de Iván Noble


Yo buscaré
en mis recuerdos otra vez
tus ojos primero
mis noches de enero
viajaré aprendiendo a seguir ...
quiero recordarte así.

de Tan biónica




Vuelve a casa mi amor y trae las sabanitas de flores verdes
verás como te curo el dolor tan fácilmente
aunque el tiempo demore un poco más
en zurcir los retazos.
Vuelve a casa mi amor y trae esa ramita de cedrón
verás como te curo el dolor tan dulcemente
aunque el tiempo demore un poco más en abrir las flores.

de Ana Prada

miércoles, 19 de febrero de 2014

Intemperie

No sé si lo sabías pero cuando te vi parada en la esquina de Córdoba y Gascón se me alteró de golpe la composición del cuerpo. Estabas con tres amigos y tenías una botella de cerveza chica en la mano, yo llegué y me paré a la izquierda de la entrada de Dasein, hasta que te acercaste a la puerta y entré al lugar mirándote de refilón. Cuando las organizadoras del evento me pasaron los más de sesenta textos para hacer una selección me hipnotizaron los tuyos. Eran dos, uno hablaba de perros y el otro de una moto, de líneas que fugaban por acción de lo veloz y de galgos desamparados. Estaban escritos con la ausencia de estridencia y con la frescura de una persona que imaginé bella. Te busqué en la red social, vi tu foto de perfil sentada en el pasto y mirando para abajo y confirmé que eras hermosa. Y te pedí amistad.
No sé si lo sabías, pero cuando subiste al lugar montada en esos borceguíes negros por esa escalera de madera oscura y crujiente y abandonaste el frío inesperado de la calle, inapropiado para ese sábado 21 de septiembre, una hora después de subir yo, y nos presentaron y quedamos a cuarenta centímetros una de la otra, te hablé y sentí mi voz disolverse como una barra de cera en el fuego, expandirse las pupilas de mis ojos como algas en el agua, y mientras me reacomodaba en la incomodidad de hablarle en la cara a alguien que me gustaba mucho, nos empezamos a sonreír bajando la bandera de largada a una coreografía visual que no paró de integrar escenas durante toda la noche. Hablamos de tus poemas, de cómo quedó colgada la muestra, en el medio te presentaron a otras personas y a mí me regalaron un libro de Scott Fitzgerald, El precio era alto. Me compraste una coca y cuando te la quise pagar me dijiste que te la salde invitándote más tarde una cerveza.
No sé si lo sabías, pero cuando se estaba haciendo tarde y la fiesta se estaba terminando y la banda de chicas que tocaban ukeleles había dejado de tocar, y yo había hablado con algunas amigas de que te iba a encarar y salí al patio para ir al baño y tomar el aire fresco necesario para devolverte la cortesía de la coca con una cerveza y con una invitación a que gustes de mí, nos cruzamos de nuevo y la cerveza me la pediste vos. Te dije: “Ahora vuelvo, esperame”, fui a comprar la cerveza de litro de la única marca que quedaba y me dieron el envase con dos vasos gigantes de plástico transparente. Entré y esta vez nos hablamos a veinte centímetros, y te dije mirando primero la camisa escocesa de friza que tenías puesta y después tus ojos: “Me gustás”; entonces vos me preguntaste: “¿Sí?, ¿y qué hacemos con eso?”; yo te respondí “todo” con los ojos, y dos horas y media después de pasarte mi dirección por celular, de terminar de jugar al ping pong y vos bailar electrónica en un boliche del microcentro, nos mensajeamos y nos tomamos cada una un taxi, nos encontramos en mi casa, nos besamos, hicimos el amor, escuchamos Victorialand de Cocteau Twins dos veces, y a la mañana siguiente te preparé el desayuno con mate dulce y pan de salvado doble con manteca que comimos en la barra, mientras tus gestos buscaban argumentos para no enamorarte.
No sé si lo sabías pero hace casi cinco meses que el amor nos transformó y que siento que el mundo tiene arreglo. Que abro los ojos pensando en vos y que hace dos sábados te compré un regalo porque te extrañaba demasiado. Que todos los regalos que te hice intentan ser la narración en forma de objetos de nuestra historia de amor. Que ir al cine y agarrarnos de la mano por primera vez en la oscuridad me hizo sentir arriba de un auto que vuela. Que me gustas más que todas las endorfinas que produce mi cuerpo. Que nuestra relación tiene vocación de recuerdo inolvidable. Que no cumplís con mi tipo porque lo vivís rebasando. Que nunca vi unos ojos como los tuyos. Que no tenía ganas de hablar de amor hasta que te conocí.
Pero no sé si sabías que no vengo con la marca de un lunar de nacimiento, sino con la de una abolladura. Que me gustan las películas de guerra porque los soldados hablan corto e importante porque saben que pueden morir en cualquier momento. Que las películas de amor suelen ocultar que a veces en la vida te bombardean con napalm. Que no sé soportar la dependencia y aprendí con pericia a tenerme a mí misma. Que mis brazos y mis piernas son todo lo que tengo, y todo lo que tengo cabe en ellos, y que mi boca es filosa como un cuchillo de cerámica y que a veces me preguntó qué estará cortando. Que mi brújula existencial está descalibrada. Que no dejo que nadie me suba la bicicleta por la escalera y que no pido ayuda aunque sé recibirla. Que me gusta la soledad como me gusta el whisky y la música country. Que no me da miedo mirar la forma que adquiere un precipicio y que el perdón más importante es el que se da uno a sí mismo. Que Poxi, mi perra, es mi compañera, que me imagino con ella hasta en un paisaje apocalíptico como el de La carretera. Que es poco lo que tengo porque todo es transitorio y que mi corazón pesa mucho como para sumar objetos. Y que tengo la fuerza de las plantas de los pies de un atleta africano. Que me encanta estar con vos y también jugar al fútbol con mis amigas, leer libros de madrugada antes de caer rendida y cocinarme una comida rica y sentarme en silencio para comerla. Y que el nuestro es un paréntesis que podría no haber sido.
El amor es un relato que nos deja a la intemperie, a estar expuestas al destino de fracasar, porque el amor, a pesar de estar hecho de la materia del deseo, está libre de él y hace lo que quiere con nosotras. Porque sabemos bien que a pesar de San Valentín y su ejército voluntario de corazones biempensantes, de corazones con relleno Bon o Bon, todo amor es un amor ya perdido, todo amor es un amor que se ejercita en la angostura de una cornisa sobre un paisaje vacío de 360 grados. Porque si bien alguien dijo que amar es vivir en la temperatura de la eternidad, sabemos que el amor es aquello que no puede detenerse para evitar que se pierda. Por eso no me ofrezco en carne viva ni me ofrezco desollada, me ofrezco reafirmando mis potencias y sabiendo que soy por mí misma narrada. Porque podemos dejar de amarnos pero no podemos dejar de narrar ni de narrarnos.
El lunes me dejaste y la vida sigue, y las cosas no “pasan”, se acumulan todas. Y a ellas y a todo sobrevivimos. Porque todo lo que nace separado muere de la misma forma. Y voy a llorar por eso un rato, pero después me voy a parar como un ternero recién nacido y voy a continuar mi camino.
Por Silvina Giaganti

La última vez

¿Cuándo fue la última vez que te preguntaste? No buscando una respuesta ni encontrando una certeza, sino la última vez que te escapaste de lo cotidiano y te detuviste. No por cansancio ni por desidia, sino porque sí. ¿Cuándo fue la última vez que te detuviste y dejaste que todo a tu alrededor flotara? Como quien se anima a desconectar las cosas, a quitarles su carácter de utilidad, a sacarlas de la lógica del cálculo. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo que no sirviera para nada? Para nada ni para nadie, ya que las servidumbres se presentan de formas muy misteriosas. Algo que no fuese pensado desde la ganancia, el interés o el egoísmo. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo porque sí? No porque te convenía o porque lo necesitabas, o incluso porque lo querías; sino porque sí. O al revés: ¿cuándo fue la última vez que la casualidad hizo con vos algo? No algo productivo, ni profundo, ni siquiera algo en sentido estricto. ¿Cuándo fue la última vez que le diste un abrazo a alguien? No a tus seres queridos ni a personas conocidas, sino a “alguien”, no importa a quien. ¿Cuándo fue la última vez que diste? No importa qué. Un regalo no vale por lo que es, sino que vale en tanto regalo. Un regalo no vale. Un regalo no es. Se da y no vuelve. ¿Cuándo fue la última vez que te abriste? ¿O que no te cerraste? ¿O que demoliste tus puertas? ¿O que dejaste entrar al indigente? ¿O que ese otro irrumpió en vos y te llevó puesto? ¿Cuándo fue la última vez que recordaste? No cuando vence la factura de gas o la fecha del examen, sino que te recordaste como una trama, como una huella, como parte del relato en el que te ves inmerso, como el deseo de querer seguir narrándote. ¿Cuándo fue la última vez que lloraste? Simplemente lloraste. De alegría, de tristeza, da igual. Llorar, como quien expresa en ese acto primitivo la existencia viva; como quien solicita, pide, ruega, pero no reclama, ni exige, ni cree merecer.¿Cuándo fue la última vez que te perdiste? No en esta calle o en este trabajo o con este proyecto compartido. Perderse, dejándose llevar por ese acontecimiento imprevisible, dejándolo ser. El mundo está repleto de carteles y señales. El mundo está lleno de héroes que te proponen un formato industrial del ser uno mismo y una carrera exitosa basada en el afianzamiento de lo que sos. No importa qué sos, sino abroquelarte en lo tuyo, o en los tuyos, y sobre todo erigir los muros que hacen del otro y de lo otro algo invisible. Por eso perderse, como quien pasea sin rumbo, o habla con una tortuga, o le pide perdón a un helado por comérselo. Como quien se baja del colectivo para caminar por esas calles extrañas, como quien encuentra una mirada que lo devuelve para adentro y cae en el abismo. ¿Cuándo fue la última vez que tuviste miedo? No por lo que te pudiera pasar, sino por pensar que tal vez nunca no te pasara nada. ¿Cuándo fue la última vez que preferiste la nada al ser, un olor a un concepto, un insomnio a un ansiolítico, un árbol viejo a un ascensor? ¿Cuándo fue la última vez que te traicionaste, que te animaste, que transgrediste, que te lanzaste, que tuviste un sueño, que creíste, que descreíste, que te arrepentiste, que te afirmaste, que te cuestionaste, que soltaste lo propio y te abriste a la pregunta? ¿Cuándo fue la última vez que te preguntaste? POR DARIO SZTAJNSZRAJBER 

jueves, 13 de febrero de 2014

Tiranìa del Desborde



Hay espacios apropiados para lo que no sucede,
hay cuerpos que se asfixian porque no llega el abrazo,
hay madera , hay señales, hay soles que nadie alcanzará.
Y aunque todos los pájaros canten a la vez,
y aunque todas las bocas se derramen en el agua,
algunas pocas cosas tienen su momento.
Un ejército de huecos ametralla lo invencible.

Sebastián Olaso
Poeta Nicoleño



Catálogo de Errores

Para llegar hasta el miedo es necesario hacer un largo viaje. Es necesario salir del mundo para no entrar en ninguna casa, en ningún jardín, en ninguna nube. Es necesario hacer las valijas, clausurar los relojes, cambiar el equilibrio. Todos los caminos que llevan hacia el miedo están plagados de ratas, de pozos, de piedras y de noche. Todos los imanes, todos los zapatos que roban la distancia entre la música y el miedo se resisten, hacen temblar los polos, los cordones, la piel y la madera de la piel, los huesos y la madera de los huesos. La carne y la maleza de la sangre. Para llegar hasta el miedo es necesario abrazarse a la caída, a las balas, a la métrica de un verso que no sabe qué decir. A la métrica de un corazón que late sin ofrendas. A la métrica de un pentagrama sin red. Y no basta con un paso, no basta con un pasaje, con un paisaje, con un país, con un puerto. Es necesario que todas las gotas estén deshabitadas, que todas las células se enfrenten con el sueño, repudien el sueño, desalojen el sueño. No basta con cerrar los ojos: la ceguera sin revés es necesaria. El minuto sin marea es necesario. El mareo sin vaivén, el golpe que atraviesa la mano. Para llegar hasta el miedo es necesario dejar que la traición, el olvido y la miseria echen raíces. No hay excusas para el miedo. Lo hemos elegido. Nos hemos entregado.
Sebastián Olaso

miércoles, 12 de febrero de 2014

martes, 11 de febrero de 2014

lunes, 10 de febrero de 2014

jueves, 23 de enero de 2014

Cada vez

Cada vez que te vayas de vos misma
no olvides que te espero
en tres o cuatro puntos cardinales

siempre habrá un sitio dondequiera
con un montón de bienvenidas
todas te reconocen desde lejos
y aprontan una fiesta tan discreta
sin cantos sin fulgor sin tamboriles
que sólo vos sabrás que es para vos

cada vez que te vayas de vos misma
procurá que tu vida no se rompa
y tu otro vos no sufra el abandono
y por favor no olvides que te espero
con este corazón recién comprado
en la feria mejor de los domingos

cada vez que te vayas de vos misma
no destruyas la vía de regreso
volver es una forma de encontrarse
y así verás que allí también te espero.

Mario Benedetti

viernes, 10 de enero de 2014

Incendio

"Arde París, arde París
en el fuego de tu espalda"


Detrás de ese incendio que te mueve 
se esconde una ciudad de dos mil años. 
Detrás de ese incendio, dicen, que sólo existe el mar. 

Detrás de ese incendio que te mueve 
no queda ni un invierno, ni un verano 
detrás de ese incendio, dicen, que nadie puede escapar. 

Presiento que me aguarda ya el final del tiempo gris. 
Hoy he visto arder París sobre el fuego de tu espalda. 

Arde París  
y en tu piel se para el tiempo 
arde París 
conmigo dentro. 

Una canción de A. Belen