jueves, 13 de febrero de 2014

Catálogo de Errores

Para llegar hasta el miedo es necesario hacer un largo viaje. Es necesario salir del mundo para no entrar en ninguna casa, en ningún jardín, en ninguna nube. Es necesario hacer las valijas, clausurar los relojes, cambiar el equilibrio. Todos los caminos que llevan hacia el miedo están plagados de ratas, de pozos, de piedras y de noche. Todos los imanes, todos los zapatos que roban la distancia entre la música y el miedo se resisten, hacen temblar los polos, los cordones, la piel y la madera de la piel, los huesos y la madera de los huesos. La carne y la maleza de la sangre. Para llegar hasta el miedo es necesario abrazarse a la caída, a las balas, a la métrica de un verso que no sabe qué decir. A la métrica de un corazón que late sin ofrendas. A la métrica de un pentagrama sin red. Y no basta con un paso, no basta con un pasaje, con un paisaje, con un país, con un puerto. Es necesario que todas las gotas estén deshabitadas, que todas las células se enfrenten con el sueño, repudien el sueño, desalojen el sueño. No basta con cerrar los ojos: la ceguera sin revés es necesaria. El minuto sin marea es necesario. El mareo sin vaivén, el golpe que atraviesa la mano. Para llegar hasta el miedo es necesario dejar que la traición, el olvido y la miseria echen raíces. No hay excusas para el miedo. Lo hemos elegido. Nos hemos entregado.
Sebastián Olaso

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