Siempre me ha parecido espectacular la caída de una hoja
Ahora sin embargo, me doy cuenta que ninguna hoja "se cae"
sino que llegado el escenario del otoño, inicia la danza maravillosa de soltarse.
Cada hoja que se suelta es una invitación a nuestra predisposición
al desprendimiento.
Las hojas no caen, se desprenden en un gesto supremo de generosidad
y profunda sabiduría.
José María Toro
Durante mucho tiempo este fue mi fondo de escritorio.
ResponderBorrarGracias.
De nada, es una hermosa pintura.
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